Por Héctor Bernardo 

El próximo 1° de enero, Luiz Inácio Lula da Silva asumirá por tercera vez como presidente de Brasil. Lula derrotó en las elecciones de octubre al actual mandatario, el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien intentó no reconocer la victoria del líder del Partido de los Trabajadores (PT) e incentivó las violentas protestas de varios de sus seguidores. 

En continuidad con esa postura antidemocrática, Bolsonaro ha decidido no estar en la asunción presidencial y, por ende, no ser él el que le pase la banda presidencial a su adversario. 

El actual mandatario indicó que el viernes 30 de diciembre viajará a Orlando, Estados Unidos, en donde se especula permanecerá varios meses. 

La decisión del líder ultraderechista romperá con el tradicional acto de sucesión presidencial y el traspaso de la banda. 

En ese marco, la Policía Civil de Brasil informó que detuvo a un sospechoso quien habría intentado realizar un atentado terrorista en Brasilia. Se trata de George Washington de Oliveira Sousa, un seguidor de Jair Bolsonaro. 

El detenido habría confesado que, junto a otros seguidores de Jair Bolsonaro, que serían parte de las Fuerzas Armadas, habría planeado realizar varios atentados en el marco de la asunción de Lula da Silva. 

La Policía informó que De Oliveira Sousa “tenía mucho material explosivo en su residencia, lo que demuestra que tenía más intenciones”. En la casa del detenido habrían sido encontrados 40 kilos de explosivo y una gran cantidad de armas de fuego. 

De Oliveira Sousa habría confesado que “Una mujer desconocida sugirió a los manifestantes en el cuartel que se instalara una bomba en la subestación eléctrica de Taguatinga para provocar la falta de energía eléctrica y comenzar el caos que llevaría a la declaración del estado de sitio” y de ese modo justificar una intervención militar. 

Dado estos hechos se tomó la decisión de aumentar las medidas de seguridad del presidente electo y, en el marco de la asunción, no viajaría en un auto abierto, sino en un blindado.