20/04/2024 - Edición Nº1963

Política Nacional | 1 jul 2009

A la Inclusión Social le corresponden modelos democráticos en Seguridad

“Es natural que la tarea de rehacer la patria, de reconstruir la solidaridad perdida y de reivindicar lo que nos fue hurtado por astucia no es tarea de menguados. Pero tampoco una empresa que deba amilanar a los decididos, ni desalentar a los generosos ni esforzados. En nuestra historia tenemos suficientes ejemplos para aleccionarnos…” Raúl Scalabrini Ortiz


DECISIÓN Y COMPROMISO

Cruzar Umbrales, La Universidad en el Foro

Dada la centralidad de los temas y problemáticas en materia de seguridad ciudadana que componen la agenda pública de nuestro país,  convencidos de la necesidad de reflexionar y producir aportes, invitamos a  participar activamente en el  Foro de Políticas Públicas en Seguridad. Así, la Licenciatura de Seguridad Ciudadana del Departamento de Planificación y Políticas Públicas promovió y acompañó la propuesta para constituirnos en Foro.

Concretar este Foro en la Universidad fue posible porque decidimos cruzar el umbral  de  los planteos universitarios tradicionales y avanzar en el empeño de sostener el “compromiso universitario”, y cuando se menciona a la UNLa como "Universidad Urbana Comprometida"  significa que sus propuestas,  sus planes de estudios y carreras atienden la demanda social, esto es decir la currícula es la comunidad,  sus expectativas y necesidades. De este modo fue definido el proyecto institucional y su oferta educativa, coherente con las necesidades de capacitación y formación planteadas por distintos sectores de la comunidad. Tomar decisión y penetrar en la  problemática regional y nacional, participando y creando centros de investigación, formación y asistencia técnica vinculados con áreas de conocimiento y gestión estratégica, con sustento ético político.

En nuestro país, la errática vida institucional, las sucesivas dictaduras, el ensañamiento contra los jóvenes,  trabajadores, científicos y docentes, las sucesivas intervenciones militares a las universidades coadyuvaron no sólo a la fuga de cerebros sino a desarrollar viejos prejuicios, confundiendo al gobierno con el Estado y a responsabilidades  sociales cívicas con obligaciones  autocráticas, colaborando así con el aislamiento  entre las universidades y el resto de los organismos del estado y las organizaciones de la comunidad.

No son pocos los problemas que enfrentan tanto la sociedad civil y la “academia” al asumir una intervención democratrizante en  instituciones cerradas y extremas, como las policiales y fuerzas de seguridad.  En relación con ello cabe señalar, en primer lugar, que los temas de seguridad han sido  problemas que no interesaron a la comunidad académica, por lo tanto tampoco han sido temas abordados en la enseñanza universitaria, ni siquiera en las carreras donde el cruce aparece visible. Mas aún, el modelo de enseñanza  universitario tradicional se ha caracterizado por el discurso retórico, la clase magistral, la escisión entre la teoría y la práctica. Estas formas tradicionales de plantear la formación en general permitieron que las instituciones de seguridad impartieran  su propia formación, quedando a resguardo de cualquier mirada de intervención social y teórica responsable.

Para superar los quiebres mencionados, afirmamos  que la Universidad  debe cumplir con su  función: interpretar y reinterpretar el sentido de la historia, los ideales, los valores y problemas de nuestra sociedad y comprometerse con ellos.

No existen soluciones parciales ni milagrosas; desafiamos  la improvisación y la política del abandono.

Estamos  “profesionalizando” a quienes - en el presente y el futuro -  se dediquen a operar, dirigir áreas, proyectos o programas destinados a las políticas públicas como la salud, la educación, la seguridad, los derechos humanos, la justicia, la administración de las pequeñas y medianas empresas. Ésta es la tarea cotidiana que asumimos en nuestra universidad.

Organizar un  Foro de Políticas Públicas en Seguridad es asumir un tema estratégico,  es proponer  un espacio  de intervención reflexiva para asegurar prácticas que promuevan los derechos humanos  como garantía de convivencia democrática. Esto se logró con  la convergencia  ineludible del campo  disciplinar, de la heterogeneidad de actores y la multi agencialidad, preocupados por responder a  las urgentes demandas  de bienestar de la comunidad.

El Foro  permitió preguntarnos y saber qué, por qué, cómo y para qué enseñamos, investigamos y aprendemos.

Atendiendo al encuentro y la escucha de las voces, la fortaleza de identidades diversas de sus actores, la tensión de los diferentes roles, vivencias y urgencias,   nos permite afirmar  que será la forma permanente de tener y despertar conciencia crítica, será la forma de enseñar para la vida y de la vida de los “otros”.

Este Foro reclama la recuperación de saberes y prácticas exitosas y nuevas formas de proponer e intervenir socialmente.

Este Foro nos indica que construir y transformar la información en conocimiento exige acciones conscientes y prácticas éticas en seguridad. Tienen validez referencial y deseamos replicarla desde la potencia de su sentido.

A la universidad como  bien nacional público, social, y colectivo le corresponde  no desatender los problemas que aquejan a la nación.  Es su  función  buscar desde la excelencia académica el desarrollo nacional, asumir la redistribución del conocimiento, y de este modo  fomentar la comprensión de temas tales  como la calidad de vida, la convivencia y la seguridad, que es síntesis de la justicia social.

Cruzar Umbrales, las Organizaciones Comunitarias y el Foro

El Foro de Políticas Públicas en Seguridad nació con la intención de comenzar un proceso que remueva los pensamientos populistas y demagógicos instalados a través de medios de comunicación y de referentes sociales y políticos que no han comprendido aún la necesidad de generar políticas de estado en la materia.

Quiere recuperar las mejores prácticas de gestión pública en materia de seguridad del país y de la región, los aportes académicos más significativos, la experiencia de cuadros y personal policial, la participación de equipos técnicos municipales, las organizaciones de familiares de víctimas de violencia, los aprendizajes y el capital social de la comunidad organizada a través de los foros de participación comunitaria.

Saberes en contexto, atravesados por la coyuntura política del país y de la provincia. Un ámbito desde el cual consensuar posiciones y  poner en marcha una estrategia de construcción política para llevar a cabo las acciones acordadas.

El aporte de la comunidad es, probablemente, el más novedoso y significativo, porque de lo que se trata es de incidir en la dimensión cultural de la sociedad a través de un proceso de participación popular que sea capaz de poner en cuestión el discurso dominante en materia de seguridad.

Quinientos participantes, la mayoría de ellos provenientes de la experiencia de foros de participación comunitaria en seguridad, de diferentes distritos de la provincia, trabajando en conjunto con docentes de universidades y equipos especializados, nos dimos cita el 28 de mayo convocados por la Corriente Justicia Social y la Universidad de Lanús (UNLA).

Un ejemplo de ciudadanía que ya ha experimentado el ser parte del sistema de seguridad pública entre los años 1998-1999 y 2004-2007. En aquél momento, con la orientación e intervención del estado provincial se logró articular una red de más de 6.000 organizaciones en todo el territorio. Actualmente, desmantelada y desmovilizada la red, nos autoconvocamos para darle continuidad a la tarea.

Este primer evento del FORO se realizó treinta días antes del proceso eleccionario. No por casualidad. En esta etapa histórica, de crecimiento sostenido del país, en la que se ha comenzado a desplegar un modelo productivo con inclusión social que ha mejorado la vida de los argentinos/as, no podemos desaprovechar el capital social que significa tener propuestas de construcción democrática en materia de seguridad y, aún más: historia. Es imprescindible avanzar en procesos de inclusión y justicia social si se quieren mejorar significativamente las condiciones de seguridad. Así  lo señalan estadísticas y experiencias en todo el mundo (en Argentina, por ejemplo, los picos de mayor índice delictivo acompañaron a la crisis del 2001- 2002). Hemos avanzado mucho en la reactivación económica, social y política de la Argentina,  pero no alcanza. Los núcleos duros de la pobreza y la exclusión social, el desmantelamiento del estado por casi tres décadas y el impacto que el neoliberalismo ha generado en la vida cultural no se superan en seis años.

Y más aún: avanzaremos en la profundización del modelo inclusivo el 28 de junio, pero no se producirá la mejora anhelada en materia de seguridad si no somos capaces de sostener verdaderas políticas de estado en la materia. Son las dos estrategias  que hay que llevar adelante en forma simultánea. Por eso, desde el Foro seguimos proponiendo políticas de recuperación productiva con inclusión social y políticas de estado en seguridad. No podemos permitir que mientras avanzamos en la recuperación de un modelo inclusivo y democrático de país, retrocedamos en materia de seguridad a discursos y esquemas perimidos, ineficaces. Como el  Foro no solo es espacio de denuncia, sino también y fundamentalmente de anuncio y propuesta, nos hemos convocado para seguir trabajando “decididos y esforzados”, como decía Scalabrini.

El Foro está abierto. Vamos por la recuperación de la red de organizaciones populares que vienen trabajando en seguridad desde hace más de una década, a pesar de las marchas y contramarchas de los procesos institucionales. Vamos por la integración y por seguir sumando a académicos, estudiantes, equipos municipales, referentes políticos y sociales, personal policial, familiares de víctimas, y sectores económicos, empresariales, culturales, religiosos.


Temática

En el  panel central disertaron el Dr. Luis Lugones, Dr. Alberto Binder y el Dr. León Carlos Arslanián, cuyos aportes versaron sobre los “Modelos Democráticos en la Construcción de Seguridad”,  y en las siete mesas-talleres se trabajó con el conjunto de los participantes los temas concernientes a:

  * Seguridad y ciudadanía;

  * Integración social y seguridad

  * Formación policial y comunitaria en seguridad

  * Salud y Seguridad

  * Municipios y Seguridad

  * Justicia y Seguridad

  * Medios de Comunicación y Seguridad

Premisas

A continuación, compartimos el  Informe preliminar del Foro:

“Ejes y propuestas para el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana”.

- Las Políticas Públicas en Seguridad son MULTIAGENCIALES Y MULTIACTORALES, porque las causas del problema son múltiples y, por lo tanto, su resolución excede con creces el marco de la agencia policial.

- El GOBIERNO POLICIAL DEBE ESTAR CLARAMENTE EN MANOS DE LA CONDUCCIÓN POLÍTICA, avalada por el voto popular para ejercer el Gobierno.

- La COMUNIDAD DEBE SER CONCEBIDA COMO PARTE DEL SISTEMA DE SEGURIDAD.

- El modelo de organización policial debe tender paulatina y responsablemente hacia una creciente DESCENTRALIZACIÓN.

- Los municipios constituyen un ACTOR FUNDAMENTAL y deben tener un INVOLUCRAMIENTO  CRECIENTE en las Políticas Públicas en Seguridad.

Claves de trabajo

1. Descentralización gradual y sustantiva hacia los gobiernos municipales, con formación de equipos técnico-políticos de gestión municipal en Seguridad.

2. Convocatoria a la participación comunitaria en seguridad para desarrollar planes locales de prevención situacional y  comunitaria de la violencia.

Maximizar la utilización de recursos municipales con poder de policía: Justicia de Faltas y cuerpos de Inspectores.

3.  Impulsar en todo el país un marco legal congruente que le dé organicidad y efectividad a la participación comunitaria en Seguridad, tomando como base el Capítulo III de la Ley 12.154 de Seguridad Pública de la provincia de Buenos Aires.

4. Desarrollar programas que efectivicen la participación comunitaria, recuperando el conocimiento que la comunidad posee a través del diseño, ejecución y evaluación de planes locales de seguridad y el control del funcionamiento policial.

5. Desarrollar programas de integración social para la prevención comunitaria de la violencia, implementados desde una lógica territorial específica y acotada: el barrio. Prioridad al trabajo con jóvenes.

6. Desarrollar modelos de prevención y tratamiento del consumo de drogas, con sede barrial. Prioridad: la problemática del consumo de “paco” en niños/as y adolescentes.

7. Formular programas de formación y capacitación profesional policial, abiertos a la presencia de otros actores institucionales y que contemplen en la currícula el trabajo con jóvenes, género y procesos de integración social.

8. Propiciar mecanismos de comunicación entre la agencia judicial y  la comunidad para mejorar el funcionamiento del sistema judicial y articular efectivamente acciones con otras agencias del Estado.

9. Promover la descentralización del Sistema de Administración de Justicia, tomando en cuenta la experiencia desarrollada en la Prov. de Bs. As. (Ayudantías Fiscales).

10. Incorporar a los medios de comunicación, promoviendo la definición de protocolos de cobertura y difusión de los delitos graves, la elaboración de un código ético, el establecimiento de criterios de noticiabilidad y un Observatorio de Medios y Seguridad.

Ana Clement – ex Directora General de Formación y Capacitación del Ministerio de Seguridad de la Prov. de Buenos Aires                                                                        

Martha Arriola – ex Subsecretaria de Relaciones con la Comunidad. Ministerio de Seguridad de la Prov. de Buenos Aires.

 

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