Por Héctor Bernardo y Lilibet Enriquez

Este 6 de diciembre tendrán lugar en Venezuela las elecciones parlamentarias en las que el pueblo deberá escoger quienes determinarán la vida legislativa de esa nación por los próximos cinco años. Si el Gran Polo Patriótico (GPP, coalición de partidos encabezada por el PSUV) consigue un saldo favorable, el gobierno de Nicolás Maduro estaría en mejores condiciones para delinear políticas que sean acompañadas por el Legislativo.

Además, en esta renovación de la Asamblea Nacional (AN) venezolana, para el gobierno de ese país no solo es trascendental ganar las elecciones, sino también el tipo de mayoría que alcance en el Parlamento y la participación general en los comicios, que puedan consolidar la estabilidad y gobernabilidad de la nación.

“Estas elecciones de medio término pueden contribuir a cambiar la relación de fuerza institucionales al interior del país, solidificar el sistema institucional, fortalecer los caminos para sortear el bloqueo y profundizar la experiencia tan noble, genuina y creativa que vienen caminando hace más de 20 años en ese país”, explicó a Revista 2016 la coordinadora del Capítulo Argentino de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad, Paula Klachko.

“Normalmente una elección legislativa no sale en la prensa internacional ni es tapa de los diarios de la Unión Europea. Con Venezuela parece que es al revés, siempre todo se transforma en una disputa a vida o muerte, porque el imperialismo se ha encargado de ponerla permanentemente en el ojo de la tormenta, en el centro de la disputa geopolítica”, aseguró.

“La han demonizado, han echado a rodar una campaña de desprestigio y criminalización, que en cierta medida ha tenido efecto, y han utilizado a Venezuela para, también, intervenir en la política interna de cada uno de nuestros países”, sentenció.

Klachko, quien además es socióloga y doctora en Historia, explicó que el imperialismo ha probado por todas las vías derribar a la Revolución Bolivariana: por el medio militar, por la guerra psicológica, por el cerco diplomático, por el bloqueo, el permanente boicot y sabotaje a los servicios y toda la infraestructura petrolera y eléctrica, la manipulación de las variables económicas que afectan la vida cotidiana, la inflación y el desabastecimiento inducidos. A pesar de eso están en pie, resistiendo con mucho sacrificio, en unidad cívico-militar, con una enorme construcción de poder popular dispuestos a defender a la Revolución.

La académica, recordó que la Asamblea Legislativa estaba comandada por la oposición desde 2015, cuando el aspecto psicológico de esa guerra integral tuvo un efecto desmoralizante y el 10% del electorado chavista no fue a votar. Pero esta vez van a ganar las elecciones, a pesar de que Estados Unidos, sus satélites europeos y los gobiernos de derecha, de la mano de la prensa corporativa, hegemónica y  monopólica en Occidente, siguen el juego de deslegitimar y desprestigiar, cantando fraude desde antes”.  

Klachko comentó que la Unión Europea se ha negado a la reiterada petición del gobierno de Maduro de que participen como veedores del proceso electoral. Sin embargo, hace dos meses la UE pidió que se pospongan las elecciones por 6 meses más, lo que es completamente anticonstitucional, porque los asambleístas vencerán sus mandatos en diciembre y el 5 de enero tiene que comenzar una nueva Asamblea.

Por lo tanto, “usan cualquier excusa para no legitimar unas elecciones en las que los cuadros políticos del imperialismo van divididos y una parte se abstiene, sabiendo que tienen ninguna posibilidad electoral y que va a ganar el chavismo. Esperemos que haya una alta participación popular, para neutralizar estas denuncias ya escritas, este guión de fraude pre-escrito”, afirmó.

Explicó que la derecha más violenta quedó totalmente desprestigiada por haber derramado sangre  venezolana en territorio venezolano y por haber pedido constantemente una intervención militar, levantando la bandera de los Estados Unidos en territorio venezolano. Esa parte más violenta de la oposición, encabezada por Juan Guaidó, a quien pretendieron presentar como supuesto presidente interino, ni siquiera autoproclamado, porque fue proclamado por Washington, está desgastada. Y aunque hay otra oposición mayoritaria más democrática que si va a participar de las elecciones, va dividida, por lo tanto el triunfo del chavismo es esperable.

“Es trascendental que haya una Asamblea con una verdadera representación popular, de la diversidad política del pueblo, con el chavismo fuerte, porque son quienes gobiernan y quienes vienen ganando todas las elecciones, para profundizar las medidas que tiendan a seguir cimentando el camino al socialismo”, afirmó.

Sobre el contexto regional en las que se dan estas elecciones, Klachko se refirió a un “resurgimiento del ciclo progresista, con las resurrecciones populares espontáneas que tuvieron un momento de auge en octubre de 2019 y una proyección de aumento y ascenso de las luchas populares en casi todos los países, sobre todo los gobernados por la derecha. Además, el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en México (en 2018) y del Frente de Todos en Argentina (2019) generan un viento diferente en Nuestra América, que al menos neutraliza esa arremetida tan violenta del imperialismo a través de los gobiernos de derecha y de los artificios interestatales que quisieron construir, como el PROSUR, el Grupo (Cartel) de Lima y desde la OEA, su principal plataforma de ataque diplomático”.