Por: Lilibet Enriquez  y Héctor Bernardo

El candidato del correismo, Andrés Arauz, ganó la primera vuelta de elecciones presidenciales de Ecuador el domingo último. Según indican los datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), el partido Unión por la Esperanza (Unes) obtuvo el 32, 66% de los votos, más de 12 puntos de diferencia con el segundo lugar, el banquero de la alianza del partido CREO y el Partido Social Cristiano, Guillermo Lasso, con el 19,72%. Esos serían los candidatos que se disputaran la presidencia de Ecuador en la segunda vuelta electoral del próximo 11 de abril.

“Que Arauz haya salido primero y con esa diferencia, es una gran victoria de las fuerzas progresistas y de izquierda de Ecuador. A pesar de todas las dificultades que le puso el sistema, el gobierno y el CNE, incluyendo la proscripción de Rafael Correa, la prisión de Jorge Glas, el exilio del ex canciller Ricardo Patiño, de Gabriela Rivadeneira y otros cuadros de su partido, la Revolución Ciudadana han logrado triunfar y salir como primera fuerza política de Ecuador en la primera vuelta de las elecciones”, afirmó a Revista 2016 el analista político Jorge Kreyness.

“Es un suceso extraordinario, que muestra la vitalidad del movimiento y al mismo tiempo indica la condición de América Latina, que sigue siendo un continente en disputa entre dos proyectos: por un lado, el proyecto del imperialismo de Estados Unidos y del neoliberalismo y, por otro, los diversos proyectos populares, democráticos, progresistas y de izquierda que hay en nuestra región”, agregó.

En los primero datos que se conocieron el pasado domingo 7 de febrero, el segundo candidato más votado parecía ser el líder indígena del partido Pachakutik, Yaku Pérez (19,42% según el CNE), quien ya ha denunciado presunto fraude electoral. “A Lasso le están poniendo más votos de acuerdo al acta original y a Yaku Pérez le están poniendo menos, ese es el fraude”, aseguró.

Luego de conocerse la noticia de la derrota de Pérez ante Lasso, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), señaló que han “sido críticos y autocríticos en este proceso, tenemos diferencias ideológicas, pero ante la amenaza de la derecha de atentar contra la voluntad popular nos movilizaremos y no permitiremos que la derecha, venga de donde venga, pretenda estar por encima de la decisión popular”.

Hasta ahora, la única certeza es que al binomio de Unes “ha ganado el derecho a ingresar en segunda vuelta. Todavía (en el momento de esta entrevista) no se sabe con quién va a competir, si con el supuesto líder indígena Yaku Pérez, vinculado a las ONGs yanquis y que ha respaldado al banquero Lasso en las anteriores elecciones, o directamente con ese banquero neoliberal. Ni Lasso, ni Yaku Pérez, responden a los intereses del pueblo”, afirmó Kreyness.

“Entiendo  que será más fácil competir contra Lasso, que es un neoliberal convicto y confeso, pero creo el binomio de Arauz y Rabascall tiene condiciones también de enfrentarse a Yaku Pérez, quien enfrentó a Rafael Correa y considera que Evo Morales es un dictador y que prefiere, según él mismo dijo, un neoliberal antes que un dictador, considerando dictador al gobierno democrático, popular, progresista, de izquierda y antiimperialista de Correa”, explicó.

Y agregó que “una tarea nuestra ante los pueblos de la región es esclarecer quién es Yaku Pérez y señalar que gran parte del movimiento indígena está formando parte de la Revolución Ciudadana y de la Unión por la Esperanza”.

El Secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de la Argentina comentó que “una victoria de Arauz y Rabascall, en abril, puede producir un fortalecimiento de las fuerzas populares en toda América Latina y el Caribe, un encaminamiento hacia una reconstrucción del sistema de unidad suramericano y un aporte muy grande a fortalecer el sistema latinoamericano y caribeño que se constituye en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)”.

Por eso, dijo el analista, “me parece muy importante que todas las fuerzas de la región, que nos inclinamos por posturas de soberanía, democracia plena, defensa de nuestros recursos naturales y bienestar para la mayoría de nuestros pueblos, tenemos que observar las elecciones y todo el proceso en estos dos meses hasta la segunda vuelta y luchar para que esas elecciones sean limpias, que no haya provocaciones, que se pueda desplegar soberanamente la voluntad del pueblo ecuatoriano”.