25/04/2024 - Edición Nº1968

Geopolítica | 26 mar 2021

POLÍTICA EXTERIOR

Oscar Laborde: el Grupo de Lima “existe solamente para acosar al gobierno venezolano”

En diálogo con Revista 2016, el diputado del Parlasur calificó de oportuna la decisión del gobierno de Alberto Fernández de retirarse de ese espacio, cuyo único fin es agredir diplomáticamente a Venezuela. Mediante un comunicado, la Cancillería argentina formalizó su retiro del Grupo y explicó que “la participación de un sector de la oposición venezolana como un integrante más del Grupo de Lima ha llevado a que se adoptaran posiciones que nuestro Gobierno no ha podido ni puede acompañar”. 


Por: Héctor Bernardo y Lilibet Enriquez Infante

 

“En el día de la fecha, la República Argentina formalizó su retiro del denominado Grupo de Lima, al considerar que las acciones que ha venido impulsando el Grupo en el plano internacional, buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada. Por otro lado, la participación de un sector de la oposición venezolana como un integrante más del Grupo de Lima ha llevado a que se adoptaran posiciones que nuestro Gobierno no ha podido ni puede acompañar”, cita el comunicado de la Cancillería, divulgado este miércoles, en el que anunciaba la decisión del gobierno argentino.

En 2017, luego del fracaso de la Organización de Estados Americanos (OEA) y su Secretario General, Luis Almagro, al intentar sancionar al gobierno de Nicolás Maduro desde ese organismo, un grupo de países con gobiernos de derecha y alineados a la política exterior de Estados Unidos contra Venezuela, entre ellos la Argentina presidida por Mauricio Macri, crearon el Grupo de Lima, con el único fin de agredir diplomáticamente a Venezuela.

Luego de la asunción de Alberto Fernández en el gobierno argentino, con el triunfo del Frente de Todos en las elecciones generlaes de 2019, diversos sectores de ese espacio político reclamaban la salida del país del Grupo, que conforman otras trece naciones del continente americano: Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía.

En una entrevista concedida pocos meses después de su asunción, el propio mandatario argentino dijo que, desde su llegada a la presidencia, Argentina tomó distancia y “nunca participó en reuniones ni firmó documentos” del Grupo de Lima y afirmó  que este “se creó por motivos ideológicos y está obsesionado con Venezuela”.

Desde su fundación, el Grupo de Lima se ha negado a reconocer a las autoridades venezolanas y ha cuestionado la legitimidad del gobierno de Maduro. En su declaración fundacional, declaraban que su objetivo fundamental es “abordar la crítica situación en Venezuela y explorar formas de contribuir a la restauración de la democracia en ese país a través de una salida pacífica y negociada”.

Después de las elecciones de 2018 en Venezuela, desconocieron nuevamente al gobierno electo en ese país e incluso reconocieron al autoproclamado como presidente venezolano, Juan Guaidó, representante del sector más violento de la oposición en la nación suramericana.

El diputado del Parlamento del Mercosur (Parlasur), Oscar Laborde, explicó a Revista 2016 que es “muy oportuna la decisión del gobierno argentino de retirarse del Grupo, teniendo en cuenta que hizo un esfuerzo para mantenerse dentro, tratando de que pueda haber un diálogo entre la oposición y el oficialismo venezolano, pero eso no pudo ser, porque no había voluntad de los países que efectivamente reciben orden del gobierno de Estados Unidos y el Grupo existe solamente para acosar al gobierno de Venezuela”.

“Al comienzo,  el gobierno argentino estuvo bien al intentar modificar la posición del Grupo desde adentro, pero viendo que se seguía reconociendo a Guaidó como presidente, aun después de las elecciones, era absolutamente ridículo”, comentó.

El comunicado con el que Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina anunció su retiro del Grupo de Lima reitera que “la mejor manera de ayudar a los venezolanos es facilitando que haya un diálogo inclusivo que no favorezca a ningún sector en particular, pero sí a lograr elecciones aceptadas por la mayoría con control internacional. Es claro que no pueden las autoridades venezolanas desconocer, sin embargo, que producir las condiciones para un diálogo que resulte productivo es primordialmente su responsabilidad. Un diálogo del que deben formar parte, pero del que no puede apartar a la oposición en su conjunto. Un diálogo que sin duda se vería enriquecido con voces provenientes de los principales actores sociales del país, como la Iglesia, el sector empresario y las organizaciones no gubernamentales, sin exclusiones”.

“En un contexto en el que la pandemia ha hecho estragos en la región, las sanciones y bloqueos impuestos a Venezuela y a sus autoridades, así como los intentos de desestabilización ocurridos en 2020, no han hecho más que agravar la situación de su población y, en particular, la de sus sectores más vulnerables. Es importante señalar que las sanciones han afectado el goce de los derechos humanos de la población venezolana, de acuerdo a lo que se constata en el informe de la Relatora Especial sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos”, afirma el texto oficial.

“Con este espíritu, la Argentina continuará sosteniendo su compromiso con la estabilidad en la región, y buscará encaminar soluciones pacíficas, democráticas y respetuosas de la soberanía y de los asuntos internos de cada Estado”, concluye el comunicado.

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