26/04/2024 - Edición Nº1969

Otras | 29 ene 2015

AYOTZINAPA


Por Federico Paruolo (MUP CABA)

 

¿Quienes?

43 estudiantes, 43 hijos, 43 nietos, 43 sobrinos, 43 hermanos, 43 amigos, 43 compañeros, 43 desaparecidos.

43 sueños dormidos, borrados, quemados, ahogados, baleados, desaparecidos.

¿Qué es Ayotzinapa?

En 1920 México sufría un gran déficit educacional, que afectaba casi en su totalidad a las clases bajas rurales. Para combatir esa situación el Estado creó el Plan de Escuelas Rurales, y dentro de ese plan la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos (Ayotzinapa), con el objetivo de educar a los chicos de las clases desplazadas y formarlos como maestros para que ellos regresen a sus comunidades y puedan educar a la gran masa de jóvenes que no tenían acceso a una educación.

Al formar a la clase oprimida, Ayotzinapa se convirtió en el centro de los grandes cambios sociales de México.

Ha formado 88 generaciones de maestros rurales, cada maestro rural enseña un promedio de 40 años, en esos 40 años cada maestro rural forma 1200 chicos, así ha formado a lo largo de sus casi 100 años unas 40 millones de personas. Porque no solo funciona para el Estado de Guerrero, funciona para todo México.

Ayotzinapa es uno de los pocos centros educativos de México donde se enseñan dialectos, los maestros rurales egresan sabiendo hablar los dialectos originarios de su pueblo.

En Ayotzinapa se formaron, entre otros luchadores sociales, Lucio Cabañas Barrientos1 y Genaro Vazquez Rojas2

¿Cómo y cuándo?

Desde que asumió el nuevo gobierno en México, y desde siempre en rigor de verdad, Ayotzinapa no recibe la ayuda estatal que por ley el Estado debe garantizar. Estos ataques habían comenzado con el gobierno anterior, quien intentó cambiar las bases de la formación de la escuela, sosteniendo que no era más viable la función social que cumple Ayotzinapa.

Es así como los estudiantes marcharon en reclamo de ayuda económica destinada a la compra de ropa, alimentos y materiales educativos. Esto no es nuevo, en 1941 el entonces presidente de México Manuel Avila Camacho catalogó a Ayotzinapa como una “escuela socialista” y la acusó de haber ofendido a la bandera nacional.  Desde ese momento a la fecha Ayotzinapa es víctima de campañas de desprestigio constantes, con la excepción del periodo presidencial de Lazaro Cardenas del Rio3.

El 12 de diciembre 2011 los estudiantes de Ayotzinapa marcharon a la capital de Guerrero en reclamo de mejores condiciones de educación. Esa marcha finalizó con una represión policial y dos estudiantes muertos, desde esa fecha se realiza una marcha en reclamo de justicia por los estudiantes asesinados, todos los 12 de diciembre, marchas que finalizan con represión policial municipal y estatal.

El presupuesto asignado a cada estudiante por día en Ayotzinapa es de 35 pesos mexicanos, equivalente a dos dólares y medio, que está destinado a alimentación, vestimenta y material educativo.

Esta total desatención del Estado motiva nuevas marchas, los estudiantes se movilizan al Estado de guerrero, así el 26 de septiembre de 2014 cerca de las 10 de la noche agentes de la Policía Municipal de Iguala, abren fuego contra tres micros donde viajaban los estudiantes y los acusan de haber robado los micros.

Por la madrugada, cuando los estudiantes daban una conferencia de prensa, acompañados por profesores, se da el segundo ataque, esta vez fueron baleados por grupos encapuchados.

Más tarde la policía municipal de Igual vuelve a abrir fuego contra un micro, que pertenecía al club de futbol Avispones de Chilpalcingo (de la tercera división de México)  asesinando a un jugador de ese club, al chofer y una pasajera de un taxi. El ataque a este micro obedece a que en él viajaban periodistas afines al reclamo de los estudiantes.

Al mismo tiempo eran detenidos por la policía municipal de Iguala los 43 estudiantes.

Según confirmo el fiscal interviniente, los 43 estudiantes fueron entregados, por orden del intendente de Iguala a un grupo de narcotraficantes.

Hasta la fecha se encuentran desaparecidos, si bien se han encontrado restos humanos calcinados que se supone pertenecen a los estudiantes, resulta imposible por el grado de calcinación, identificarlos.

¿Por qué?

La escuela de Ayotzinapa ha sido, es y será formadora de cuadros. Cuadros que se convierten en multiplicadores de una doctrina popular, cuadros que se convierten en dirigentes, cuadros que se convierten en revolucionarios.

Cuadros que funcionan como rizomas, libres, creando células revolucionarias en cada lugar donde derraman su doctrina, sin responder a un mando central, pero unidos por las mismas ideas. Los ideales de Ayotzinapa fueron, son y serán: educación pública y gratuita para  todo el pueblo, justicia social, solidaridad y fraternidad en la diversidad. 

No es difícil, entonces, explicarse porqué el Estado insiste en privatizar el sistema de escuelas rurales. Las escuelas privadas forman administradores de empresas, el sistema de escuelas rurales forma educadores sociales.

Estos cuadros, estos ideales, son combatidos por el poder hegemónico, que quiere privatizar la educación, adoctrinar a los pobres en la ideología capitalista, porque el capitalismo es, acá y allá, noche sucia, noche de estertores, amparada por fondos monetarios hambrientos como lobos en esta noche a destiempo, con sus colmillos clavados como penurias, que nos bañan con sus chorros de tinta periodística y farándula de despojo.

Porque Ayotzinapa es la resistencia, es la organización para ganar espacios culturales, políticos y sociales, dirigida a la transformación y resignificación de la lucha social, es revolución beligerante, beligerancia que abreva la certeza de lo mejor, la certeza de que es posible cambiar el mundo sobre la base de un plan general construido por el espíritu de una clase dispuesta a sacudirse la explotación, organizada de una vez por todas, organizada no ya por un líder, sino por un ideal. Certeza del salto cualitativo que la conciencia da, dialécticamente, hacia un estadio superior, que se moviliza, desde y hacia, programas del dicho al hecho.

No queda duda de que esta revolución se opone a la continuidad absoluta de la miseria que, entre otras calamidades, frena toda forma de desarrollo.

Porque cuando estemos del todo muertos, no tendremos honores en los supermecados, porque la miseria sigue siendo un estanque de muerte que anuncia sus deseos de violencia más obscenos.

Porque los estudiantes de Ayotzinapa siguen, estoicos, las enseñanzas de sus maestros: aquella que dio Genl Vazquez Rojas “Ser pueblo, hacer pueblo y estar con el pueblo” y la de Lucio Cabañas Barrientos, “y hemos dicho aquí: para que un movimiento armado empiece, necesita varias condiciones: que haya pobreza, que haya orientación revolucionaria, que haya un mal gobierno, que haya un maltrato directo de los funcionarios. Todas esas cosas se pueden aguantar, pero lo que no se aguanta es que se haga una matanza, eso si no se puede aguantar”.

Los 43 compañeros estudiantes desaparecidos, presentes, ahora y siempre. 

 

1 México, 12 de diciembre 1938 - 02 de diciembre 1974.  Líder estudiantil y jefe del Partido de los Pobres, en la sierra de Guerrero, México.

2 México, 10 de junio de 1931 - 02 de febrero de 1972. Líder sindical, formo la guerrilla de Guerrero.  Jefe de la Asociación Civil Nacional Revolucionaria.

3 México, 21 de mayo 1895 - 19 de octubre 1970. Presidente de México de 1934 a 1940.

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